Voces de la poesía israelí

Estudio crítico y muestra poética

:

Oded Sverdlik

Por supuesto se trata de una recortada muestra panorámica que no pretende más que poner en relieve la variedad de una lírica multiplicada en docenas de voces. Poetas de los últimos decenios moviéndose en esa zona intermedia donde el nosotros colectivo y la autoafirmación del yo se conjugan para confrontarse (y hasta enfrentarse, en oportunidades) y luego elaborar y reelaborar el mismo diálogo modificado. Tendencias elegidas a partir de poéticas diferentes y sus espejos: orientación de cara a la faz mítica dentro del encuentro con el entorno, la recuperación de los mitos antiguos para otorgarles nuevos significados, la opción lúdica en ciertos casos como exploración del idioma en función de las necesidades del ser, la verificación de los alcances posibles en la plática entre la geografía exterior y la geografía interna, la recuperación de lo inmediato como constancia o bien la constancia de complejas situaciones elaborada en atrevidas imágenes y trastocados ritmos. En todo caso, recordemos que la poesía tiende a crear palpables ficciones para satisfacer lo insatisfecho dado en la mediatez plena de una realidad sin semitonos, inventa dispositivos de expansión y explosión para definir la infinidad, proponiendo la desarticulación de la lengua para trazar un modificable diagrama de mayor potencial cognoscitivo.

Asimismo, en oportunidades es dable recordar que la poesía no se limita a la proposición poética sino al material gestado y plasmado en cuerpo de poema. Bueno es resaltarlo ya que resulta harto escabroso situar a la poesía israelí en contados renglones. En especial, cuando se debe trasvasar el original a una lengua de características tan diferentes, en la práctica dos familias idiomáticas como la semita y la latina.

Una lengua no se limita a ser un simple medio de comunicación, sino que es el fiel interprete de una filosofía, de una historia que culmina en apretada síntesis, de un modo de pensar y hasta de callar. El hebreo es un idioma de estructura compacta, con tendencia a la economía expresiva. A veces apocopadas sílabas convirtiéndolas en una sola, directo ahorro de sílabas. En otras reafirma una situación o una categoría uniendo dos sinónimos. Esa característica tiene directa influencia en el modo de decir las cosas y obligatoriamente  forzará al traductor a ejercicios de malabarismos lingüísticos, con escollos insalvables por momentos.

Mas no solo la estructura de la lengua pesa en este caso, precisamente por tratarse del pueblo judío, con una historia nada lineal, con un desarrollo cultural definido por las fracturas situacionales, con expulsiones y regresos del y al país de origen. Cierto, la primera base cultural será la bíblica, la talmúdica, la de los exegetas, pero no podrá desconocerse la presencia del arameo circundante, engarzado en la lengua como habitante de una misma casa. Y, luego, las mutuas influencias con pueblos y naciones contactados en su largo deambular (a veces influencias dentro de otra influencia, como el ineludible caso de los poetas judíos en la España del Siglo de Oro). Así es que hoy, la nueva poesía israelí recupera sus propias fuentes para combinarlas con los lejanos cantos de Persia, del Mahgreb, de España, de la Europa Central, del Oriente todo. Pero, además, con líneas que enlazan a Rusia con el mundo anglosajón y que hallan su cauce dentro de la interpretación autóctona de los israelíes. Idioma, historia, tensión y síntesis intercomunitaria, agreste y candente paisaje, mirada hacia allende la frontera son características que juegan en el quehacer del poeta hebreo.

Tengamos en cuenta que hace unos ciento veinte años se dio comienzo al regreso masivo de los judíos a su tierra ancestral. Regreso masivo decía, ya que –contrariamente a la usual creencia- cierto resto de población hebrea original permaneció en el país incluso después de la expulsión decretada por los romanos. Ese regreso traía un lema que se convirtió en programa no solo de acción sino también de vida: «Construir para construirse». La recuperación de la tierra, ya que al decir del gran poeta Shaúl Chernijovsky «Uno tiene tantas estrellas en el firmamento como suelo tiene bajo sus pies» significó la recuperación en todos los sentidos humanos. La poesía, alerta caleidoscopio de la actividad y vivencias humanas, vino a testimoniar esa profunda revolución. Desde entonces se conjugaron y dirimieron las experiencias acumuladas. A partir de ellas se enhebró un amoroso juego de acercamiento y enfrentamiento con los factores exteriores al poeta judío-israelí y su diaria conversación con el idioma y las variaciones asociativas de la lengua. El resultado fue la sucesión de notables logros estéticos en el tratamiento del lenguaje, la temática y la estructura del verso. La sucesión generacional determinó, por un lado, un orgánico transvasamiento, mientras que por el otro lado puso de relieve las lógicas y siempre considerables contradicciones entre generación y generación. Los poetas israelíes no permanecieron indemnes a los acontecimientos colectivos que envolvieron a su pueblo y de los que fueron protagonistas y observadores a un mismo tiempo. Pero, asimismo, desarrollaron un sano sentido de individualidad, cosa que les permitió ocupar un claro lugar en el tenso mapa de la creatividad literaria.

Así es que encontraremos entre estos poetas nacidos en el país y otros arribados desde distintos puntos del Globo (cada cual con su bagaje a cuestas), a religiosos observantes, agnósticos y laicos, mayores y jóvenes, poetas abiertos y otros que presentan su decir en tenue envoltorio metálico, meditabundos y contestatarios, los extasiados por el paisaje circundante y aquellos que vuelven sus ojos al paisaje de las entrañas. Dejo en la oportunidad el análisis de las hipérboles, los oximorones y el verso largo, las medidas y sobrepeso de las sílabas para el mundo académico, para entregarme de lleno a la presencia del multirostro del poema, de los poemas que hoy enfrentamos, de los poetas que entregan sus voces en una multiplicidad de significaciones volcadas. Modesto aporte al mutuo conocimiento, más allá de los temporales gambitos de la geopolítica y la estrategia de la reducción coartante. El lector es el que, en último término, tiene la palabra.

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Natan  Zaj

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Contrario a las separaciones

Mi sastre se opone a las separaciones.
Por eso, así dijo, no volveré a viajar. No
quiere separarse de su única hija. Decididamente
es contrario a las separaciones.

Una vez se separó de su esposa para
no volverla a ver (Auschwitz). Se separó
de sus tres hermanas y tampoco a ellas
las vio más (Buchenwald). Una vez
se separó de su madre (su padre falleció
ya anciano). Ahora él
es contrario a las separaciones.

En Berlín era
Amigo y confidente de mi padre. Se divertían juntos
En aquella Berlín. Aquella época
se fue, maldita sea. Desde ahora
no volverá a viajar. Es
decididamente
(mi padre entretanto murió)
contrario a las separaciones.

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Este derroche

Este derroche. Todo es derroche,
y aun esta noche
debo levantarme y partir.
Cuánto derroche

Te he esperado
Cuánto derroche. Cuanto te he esperado
mas en la mesa esta
ya no esperaré.
Cuanto derroche.

El derroche este y ese dolor:
cómo duele el derroche
y más ahora
que estoy listo a volver la cabeza
y gritarle
aún en este instante
a todo el derroche este.

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Iehuda Amijai

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Dios todo misericordia

¡Dios todo misericordia!

Si tan lleno de compasión Dios no fuera,
La misericordia se extendería por el mundo y no en El solamente.
Yo que he recogido flores en los montes
y fui a indagar por todos los valles,
yo que he traído cadáveres desde las colinas,
puedo decir que el mundo se encuentra vacío de misericordia.

Yo que fui el monarca de la sal a orilla del mar,
de pie, indeciso junto a la ventana,
ya que he contado los pasos de los ángeles,
cuyo corazón ha sostenido penosas cargas
en terribles contiendas.
ya que me satisfago con una pequeña porción
de los términos del diccionario.

Yo que me veo obligado, aunque no lo desee, a descifrar enigmas,
sé que si Dios no estuviera lleno de misericordia
la misericordia se expendería por el mundo
y no en Él solamente.

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La madre

Cual antiguo molino de viento
siempre dos brazos elevándose para implorar al cielo
y dos brazos hacia abajo, preparando alimentos.
Por las noches colocaba todas las cartas
y las fotografías una al lado de las otras
para con ellas sopesar
el alcance del dedo de dios.
Ella me puso
como Agar a Ismael
bajo un arbusto
para no ver mi muerte en la guerra
bajo un arbusto
en una de esas guerras.

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Natan Ionatan

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Jorge Luis ha envejecido

también él ha envejecido. el último de los nobles
deambula por la pradera de recuerdos
con los ojos cerrados
de amor por la pampa salvaje de sus nostalgias
lejos del mar que amó, en el silencio de la biblioteca
colecta restos de oxidados puñales
y relatos ficticios acerca de orgullos y pecados
consolándose con las locuras de su amigo
el buen Quijada, dibuja en la tela su ceguera
triste silueta sobre la máquina de escribir
para salvar una leyenda de gauchos
últimos hidalgos del amor sobre la Tierra
sobre la tierra manchada de sangre
los tipos humanos más hermosos
Jorge Luis el viejo de Buenos Aires
que ha legado a los ciegos
los ojos
y la noche
y los libros.

Poema escrito a principios de 1979, años antes de la muerte de Jorge Luis Borges.

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Cuasi balada

Si un doliente ramo de espigas
es lo que tú amas
me iré al desierto
para aprender a doler.
Y si poemas has amado
escritos solo en la piedra
he de vivir entre rocas
y en los riscos escribiré.

Y entonces, cuando nos cubramos
con arenas en la sombra
y el libro de las cosas
con sombras se ha de cubrir,
dime palabras más bellas
que llanto y felicidad:
ese hombre, según parece,
me ha amado.

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Dalia Ravicovich

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Del día a la noche

Cada día me levanto después de dormir
como si fuera la última vez.
No sé qué me espera
y quizá surge de todo esto
que no me espera nada.
La primavera venidera será como la primavera ida.
Sé que es el mes de Iar
pero de él no dependo
no distingo el día entre el día y la noche
solo que la noche es más fría
y el silencio es igual para ambos.
Por la mañana escucho las voces de los pájaros
me duermo fácilmente
por mi cariño a ellos.
Quien me es muy caro no se encuentra aquí
y tal vez en general no se encuentra.
yo paso de un día a otro día
del día a la noche
como una pluma
que cuando el pájaro cae no se siente.

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Escarnio

En aquel lugar,
en uno de esos lugares
el engaño devoró las flores,
las devoró como a una presa.
Los canes hincaron los dientes en ellas,
ladraron en la hora de la ira,
el engaño devoró las flores
¡Dios,
qué belleza había allí!

En el lugar aquel,
diferente a todos esos lugares,
eran las flores como girasoles
como girasoles tras las huellas del sol.

Cuando exponían sus rostros al cielo
sus aromas viajaban en pos del sol.
y muchas horas después de ser rasgadas,
e inclusive horas luego de haber muerto,
aún brillaba aquel alma ardiente.
¡Dios
qué escarnio había allí!

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Aharon Amir

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El pez vomita a Jonás sobre la tierra firme

1

Muy lindo. Muchas gracias, señor pez. Fue un placer conocerlo.
En total, es posible decir, encontramos un idioma común.
Es un hecho, de todas maneras, que nos hemos separado en paz.
¡Que tenga larga vida en el fondo del mar, mi buen y correcto pez!
Quiera la suerte y no se vea necesitado a sumarse otra vez
a las programaciones celestiales, que seguramente no alcanza a entender.
De cualquier forma ellas lo llevan solo a vomitar.

2

Y ahora, veremos qué es lo que aquí pasa. Y dónde me encuentro yo mismo.
El mar es azul. Clara es la arena. El sol del mediodía golpea en la nuca.
Un apacible viento del este susurra. Lamen apacibles las olas.
Con mofa quizás. Y el crujir de los caracoles con la pisada.
Señal de vida no hay ante los ojos.
No una lata de conservas oxidándose, ni una amarillentada hoja de diario,
ni un profiláctico usado. Nada que recuerde civilización.

3

¿Qué es lo que le pasa a este lugar?
¿Quién será el que me enseñe para que sepa,
quién me instruirá para entender?
Nadie me lo anotó en un mapa: ni un dios, ni un hombre, ni un pez.
¿Y es que aún deberé saber cuál
es mi lugar exacto? ¿Y dónde llego yo? ¿Es que
existe un camino hacia este terrible lugar?
¿Y si es que lo comprendo, qué gano con saber?

4

¿Mas qué me faltaba en las entrañas del pez:
pensión completa en un ambiente íntimo, calefacción
central y refrigeración. ¿y qué no? Comida filtrada
y limpia (si bien sosa algunas veces), y agua destilada.
Locomoción permanente en condiciones de lujo. Y un refugio
seguro en plena soledad. Apacibilidad del silencio.
Eternidad de por vida para la meditación.
¡Oh, quién me dejará volver a la cueva de tus entrañas, pez?!

5

Dejémoslo así. Si es que ese milagro no se repetirá…
¿Y qué es lo que pasa ahora? ¿Todo el cuento empezará desde el principio?
¿Para qué necesito todo el diálogo ese
con El-Que-Dijo-Sea-El-Mundo, esas discusiones
con el Comprador Del Cielo y de La Tierra? ¿Y esa aparente
providencia personal? ¿Y marchar a Nínive de nuevo?
¿Y cómo se empieza a marchar hacia ella, en general?

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Ortizion Bartana

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Esquizofrenia

Continúo engañando en medio de los silencios
la boca se abre   de ella salen voces
No soy el que expresa esos falsos cielos,
soy de lugares ajenos,
y alguien distinto por completo, justamente detrás de mí,
me viste con palabras como si fueran sogas
a las que están asidas todas esas cosas
y todos los hombres.

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El jinete más triste del mundo

Me monta el jinete más triste del mundo. Lo sé aunque en general se piensa que un caballo no se interesa por temas de ese tenor. Lo convencional indica que un caballo debe moverse, caminar lentamente o bien galopar, de acuerdo a las órdenes recibidas. Pero yo siento desde la montura, por los movimientos, que me monta un jinete triste. El jinete más triste del mundo.

Lo que me pone más triste que él mismo.

El hecho de conocer la tristeza del jinete no contradice las leyes. En el código de leyes está escrito: «De vez en cuando el caballo reconoce la tristeza en el jinete por lo que estará más triste de lo que estará el que le monta al lomo». Al determinar esto, el legislador se declara a sí mismo como al ser más triste del mundo.

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Iaacov Besser

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El principito envejece

Quizás esto es.
He llegado al punto de saturación. Hice
lo que hice y no tengo obligación de seguir.
He dado a las palabras lo que es de las palabras, al amor
lo que es del amor, ¿y a mí?
He sido el poeta del reino,
en el que los años reinan por las noches y, una vez por día.
En el momento en que sueño, me sueño a mí mismo. Durante el día
no hay continuidad para el sueño. Por la noche sube el rey
trayendo luz en las candelas
pendientes de una nube baja. Y el fuego como el hombre
se encuentra encerrado en el vidrio.

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De boca a boca

Nosotros salimos y venimos
nos encontramos ambos
en la puerta de la casa como
en el extremo de la tierra
estamos parados y pasamos
y se congela
la oscuridad entre nosotros
Cómo
en nuestra ceguera
pasamos un hielo negro
de boca a boca

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Moshe Ben Shaul

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Cipreses

Tres cipreses arrojan su sombra
a la distancia los he visto
Sobre el rostro han dejado un frío
que no se borra

Ahora a jugar a lo que ha de ver
una tela y una silla tal vez
sobre la que se balancea como un juguete
mi codo derecho

Señala en círculo el presagio del tiempo
que pasó o que aún no ha pasado
un día una jornada un mar
de acuñados lápices

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Una mujer errando

Qué hermosas son las noches en Canaán.
Una mujer errando por un prado de luciérnagas
con un zorro en los brazos, una noche estival planta
en su alma la esperanza del mañana.
El zorro dormita en sus brazos, residuos del follaje
le cubren sus ojos.
Ella observa la cima del monte:
¿Regresará una mujer por el camino antes
que llegue el otoño?
Y ella sigue inquiriendo aún más. Y Canaán no responde.
Una suave brisa despliega la quietud de sus rizos.
Qué sabe una mujer en la soledad de la noche.

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Oded Peled

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La hora del balcón

En el balcón,
al atardecer, está sentado
un hombre que yo no conozco, su rostro
violeta como mejillas de la noche, atento
y delicado

en el balcón,
al atardecer
se me abre un paisaje que yo no conozco,
una mujer cuya espalda da al tragaluz, su cabeza
volcada sobre la mesa, lloriqueando

y yo que no sabía que hay tanta tristeza en el mundo.
He aquí, es la hora del balcón. A la sombra de la luz
que se va alejando, un hombre que conozco muy bien
por todos los costados, apoya una mano
sobre un hombro de mujer

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Distrito de penumbra/distrito de luz

Sentado en soledad
y mi ventana
es claraboya de un sellado cielo

o un balcón, por detrás,
(que es un jardín plantado
sobre espinosas parcelas de helechos)

Viajo de distrito en distrito
con prudente apuro
como un ladrón
al anochecer

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Itamar Iaoz-kest

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Silencios

……………………a mi prima Elizabeth Q.E.P.D.

Ya se han disuelto sobre el brazo los números
cual tatuaje sobre los brazos marinos:
treinta y cinco años ha impuesto mudez
el relato de las cifras sobre el brazo
que comienza con la letra «A»
para poder vivir el aquí y ahora
a la sombra del mar, el hogar y los niños.
Y si de vez en cuando quedaba al descubierto
era como si fuera un casual movimiento de la manga:
y ahora cinco abandonados números le niegan a mi mente
regresar al silencio de una tabla de multiplicar.

Se trata de la letra «A» que antecedía al número ordinal tatuado en el brazo de todo el que fue prisionero de Auschwitz

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Zelda

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Todo hombre tiene un nombre

Todo hombre tiene un nombre
que le ha dado Dios
y que le han dado su padre y su madre
Todo hombre tiene un nombre
que le han dado su altura y la forma de su sonrisa
y le ha dado su tejido
Todo hombre tiene un nombre
que le han dado los montes
y le han dado sus muros
Todo hombre tiene un nombre
que le han dado los signos del zodíaco
y le han dado sus vecinos
Todo hombre tiene un nombre
que le han dado sus pecados
y le ha dado su anhelo
Todo hombre tiene un nombre
que le han dado sus enemigos
y le ha dado su amor
Todo hombre tiene un nombre
que le han dado sus pecados
y le ha dado su ceguera
Todo hombre tiene un nombre
que le ha dado el mar
y le ha dado
su muerte.

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En el pasillo

En el pasillo
una mujer ha querido decirte
algo importante
Y yo grité
que no hay cosa importante
que nada es importante
porque tiene los días contados.

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Roni Somek

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Foto instantánea

Y qué hay si llegué aquí desde el lugar donde una vez pasó el edén.
Mi padre nunca habló sobre el Tigris y el Eufrates o sobre los músculos
de sus manos que nadan. Mas en las fotos plasmáronse las montañas
eternas y los gladiolos que oficiales ingleses plantaron cual recuerdo en sus patios.
A los tres años de edad , en las arenas de Bat Iam, encaneció el mundo por la ropa colgada que diligentes mujeres echaron al viento.
Ben Gurión arengaba en todas las elecciones
y Maurice Chevalier con su blanco sombrero se rodeaba de chicas en el tablero de avisos
sobre el frente del cine.
Tal vez por ello amé a Marilyn Monroe en el momento en que toqué
a una americana que vino a pasar otro verano en Kfar Haiarok.
Hablé un inglés tartamudo frente a los caballos de Ramat Hasharón y a un collar de oro
que ornamentaba su cuello todavía por las calles de nueva york.
En entrecortadas palabras fue anotada la confesión de la culpa,
en palabras entrecortadas fueron creadas las piernas de sh. y las minifaldas
colgadas en la calle Shlomó Hamelej como letreros
sobre la carnicería del cuerpo.

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Los versos del astronauta

Se ve que la tierra se mueve
en la extendida frontera entre el extremo del jeans y las plantas de sus pies.
Un aroma a la vera del camino pendiente sobre la violeta en el vagabundo Nueiba.
Había un hechizo en el tirante del corpiño, magia en el rulo,
había un aire de vuelo flexible en el traje espacial.

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Arie Sivan

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Al promediar los años treinta

Al promediar los años treinta
vino mi tío Zelig de los Estados Unidos
y nos llevó a mi madre y a mí
a un bar costero de Tel Aviv
Comimos una dulce delicia que después de años
se me descubrió como un verdadero helado de crema
una orquesta tocaba, mamá reía
cuando el tío la invitó a bailar
un tango como me enteré después de muchos años
junto a algunas otras cosas, como por ejemplo
que papá estaba sin trabajo y los dueños
de la casa donde alquilábamos una habitación y media cocina
tenían la intención de echarnos a la calle antes de Mujárem
por el atraso del alquiler
y que esos graciosos, los iékes, que llegaron al barrio
se escaparon de Hitler, de ese mismo Hitler
acerca del que cantábamos bajo el farol:
…….«Uno dos tres cuatro
…….desde Alemania Hitler llegó
…….buscaron y no encontraron
…….los demonios se lo llevaron»
Quién podía saber entonces
que aún no se lo habían llevado
y que otros diez años estaban a su disposición.
Nada sabía de todo eso
pero de todas maneras quería que continuemos
sentados ahí, a la orilla del mar,
que mi madre baile, que yo coma helado
que el sol no se vista con su rosado pijama
que no se acueste a dormir a tiempo
que la noche no descienda, que el día insista
permitiéndome reconocer a los autos por su nombre
diferenciando entre un Osmobile y un Ford.

creo que hubiera pedido eso en voz alta
a no ser por una nebulosa sensación de culpa
que sentía, sin saber la razón.

Mujárem: mes del calendario musulmán en el que estila mudarse de casa
Iékes: así se suele llamar a los judíos de origen alemán.

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Oded Sverlik

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El hijo perdido

El primogénito
de Eva y el reptil
es la misma criatura
que supo matar
en noches de tinieblas
su propio lado opuesto
para insuflarle vida
al flanco oscuro de la luna

Desde entonces
un perro eremita
dispara aullidos
cargados de fulgor
en las oscuras noches

Desde siempre

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Supongamos

Supongamos un fragmento de segundo
que se dio en el futuro venidero
Un ave indefinida
posada sobre la roca del azar
gorjeó indignada
su irradiante invectiva
contra un tiempo indefinido también
que va escapándose sin remedio alguno
con un largo tañido estertóreo
de su voz desplomada
y el tiempo se detuvo en el marasmo
y el ave miró y quedó herida
en el instante que fue y que será
y el paisaje se llenó de incógnitas
y el sonido como si no hubiera existido
y el ave como si no hubiera existido
y el tiempo como si no hubiera existido.

La roca quedará
……..se supone.

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Voces de la poesía israelí, se encuentra publicado en el N* 101 de nuestra edición impresa (1994: 1-32).
La imagen que acompaña esta entrada es un detalle de la pintura The Eve of the Deluge, obra del pintor, ilustrador y grabador inglés John Martin (1789-1854).

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