Miguel Antonio Guevara
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«Isabel murió, y estaba pálida,
una noche como esta.
Hay orden de llorar sobre el bramido estéril de los acantilados».
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Pere Gimferrer, Pequeño y triste petirrojo.
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1
Esta imagen puede ocupar la humanidad en estos cálculos
estas permutas sin sostenerse este tren con música lleno
de gente el viaje es otro extrañas a tu igual y no sabes
qué decir si acaso qué decir tiene que ver con hacer
no somos los mejores este rostro del qué diablos
nos delatada estos pares débiles debieran pasar
esta casa tiene lista de espera gracias al presente
que desconozco y nos gusta no es que la cabeza
anhele los ojos o el susurro de los acantilados mucho
menos la línea del cuerpo que se confunde con el
contorno del mundo un puente sobre un río de arena
puede ocuparme en estos cálculos estas permutas
la creencia la batalla con cada quien en sus puestos
nadie tiene lugar asegurado en este campo el otro ni el
rayo que ilumina la copa de los árboles ni el hombre
con su perro y su chimó debajo de su sombra ni el equipaje
del viaje más breve así funciona este tránsito este bajel
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2
El hijo del hombre el fuego que es un soplo
nos dice llamado cielo detrás del cuero de
animal voz que escucha al llanto en la
pileta ha sumergido la carne la proa la descarga
de dios se ha roto de nuevo la botella no me
molesten con la borrachera del hombre con
los pasos del ahorcado no me molesten con el
indicio él ya sabe donde vive no me molesten
con los libros ya todos fueron leídos y escritos
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5
Que quiero ser otra cosa en serio
enterrar al ego la máscara esa
garganta que se ataruga y suelta palabras
como piedras ya ni sé qué hacer para
no traicionarme más qué esto
que nos pasa es el tránsito ya
ni sabemos cómo hacer para romper
la cáscara la escama la piel de
carnero que tenemos de más cómo
respondo ante lo inútil cómo ya ni sé
en qué parque ir a llorar en qué plaza
silencio ya ni sé quien sostiene
el habla ya ni sé un momento por favor
que yo también tengo voz
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7
El agua María el agua asilo María
asilo el árbol de naranjas y el puerto
el sonido del tren mientras avanza
y el llamado de atención en las paradas
ay nombre de mujer ay nombre de barco
de otras tierras el ron se acabó y lo que
nos queda es agua sin convertir y una mano
de Orula para los que recién llegan al mundo
no hay nada más lejano que no vernos ni escuchar
la respuesta ni saber la hora ni la incertidumbre
y el vacío que es vacío y el vacío que es ausencia
y el vacío que es silencio un árbol sobre un pájaro
la piedra que brilla y su espejo nos saluda
al recibir la primera máquina las abuelas de los
santos y su blancura y sus trabajos puede que
es su isla su aparato para proyectar al mundo
de adentro ay dios ay dioses de la hoguera
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9
Se miró al interior de la casa del diablo
y puro asombro y exageración era casa
del día y los jóvenes se pusieron a levantar
la casa bellos puros para la vida puras ganas
y ganas y pasó la madre de la luna y sonrió
pero siguió de largo y nos dejó agua de
jamaica de la más fuerte y púrpura y fría
los muchachos de rostro y ojos dicen que
ahora cualquiera es barato y si no es serio
pues lo venden o se compra así mismo sin
mucha discusión como un libro de caballos
y las palabras de Gelindo ay qué animal más
animal y llamó y estaba enfermo la varona del
monstruo le gusta que le dejen descansar
en las caídas porque caballo tan grande que no
descansa se muere o lo mueren
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11
La mandaron a llamar el día de muertos
porque también extraña los días de lluvia
la imagen de los cuerpos halados por una
cuerda dos hombres que halan y la mujer
se arrastra el mago tiene qué decir pero
no se extiende y toma una cinta y se hace
nudos para contarlos mientras anda en los
desfiladeros y ve cómo pasan los números
el viento les lleva su cuenta y no por su forma
sino por la velocidad ay conversa de los
desconocidos visión de los ocupados y pasajeros
en el círculo de la ciudad y la playa ay armazón
de los despiadados dame luz y atestigua
las paradas la voz que anuncia las estaciones
y la mujer y su bolsa de pan
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14
El tren no debería confundirnos sino ser
la certeza el tren no debería confundirnos
sino ser la opción la alternativa el tren
no debería confundirnos sino ser la opción
la alternativa el tren no debería ser la voz
en el concierto sino el oído de cada cuerpo
el tren no debería confundirnos sino dejarnos
en la plaza de los jóvenes y las palomas
ese tren no debería confundirnos sino hacernos
llevar lento y con juicio sobre la sabana del frente
y su fin oscuro y su frente de almendra y su vientre
de mañana del sábado ay del timbre y del que llega
tarde que se hace pensar y esperar ay alarma del riel
ay silbato del maquinista tú bien sabes que esta marcha
no debería confundirnos
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18
Lo antiguo sabe de la cadena y lo que habrá
que comernos no sabemos de dónde sale no
sabemos de dónde viene ven y rescata la hoja
del plátano ya lo he hecho y que no vayas a
mostrarme los rincones de los ojos las mesitas
de las manos para hacer maldades qué terrible
el ataque y lo que hemos tenido que soportar a ti
si a ti ni nadie las podemos soportar qué haremos
cómo aprenderemos de la gente cómo somos
realmente sino más que la alfombra de los dioses
no sabemos nada o sí y más bien es demasiado
y siquiera sé qué digo porque el piso me cuenta
otra historia y esta página me susurra los sueños
que olvido esto es un sueño y estoy seguro de
continuar durmiendo
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Miguel Antonio Guevara. Barinas, Venezuela, 1986. Sociólogo, maestrando en filosofía latinoamericana. Poeta, ensayista, narrador y editor. Artista del collage. Algunas de sus obras son, en poesía Pensando el poema (2011) Hay un ruido que se escurre por debajo de las puertas (2012 y 2018); Ese instante turbio (2012); y Tres postales distópicas (2017); en ensayo, Por la palabra (2012), Apuntes por el centenario de la Revolución de Octubre (2017), Índice hipertextual (2018) y Cuaderno Hipertextual (2020). Ha recibido galardones en los géneros de narrativa, ensayo, poesía y periodismo en Colombia, Venezuela y Suiza. En 2017 su libro Mahmud Darwish anda en metro recibió el VI Premio Nacional Universitario de Literatura «Alfredo Armas Alfonzo» en el género narrativa, publicado en 2019 por la editorial colombo venezolana El Taller Blanco Ediciones. Forma parte del consejo de redacción de la revista Mentekupa, donde escribe mes a mes su columna de crítica Postales Distópicas.
La imagen que ilustra este post fue realizada por el artista venezolano Diego Abreu