Linaje & Casa de salud

Gerardo Ciancio

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Linaje

 — 2021 —

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hubiese preferido una misa negra
en la agraciada
con centauros y demonios
prontos a romper cráneos lusitanos
o un confín repleto de dioses
en salsipuedes
dispuestos a dar una mano
a los atónitos guerreros traicionados

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pero miren a esos bereberes orientales
que van chupando butiá
guayabo    guaviyú    pitanga
vegetarianos héroes
lobos verdes
lobos de la historia

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miren a esos indios
tan amontonados
tréboles a tambor batiente
yaros yuyos
bohanes buenos
rachas de arachanes

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(cortan achiras con mi abuela
que disfrutaba la playa
y el olor a mar como pocas)

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bajan guaraníes y minuanes por el río río
repleto de pájaros pintarrajeados
abren losas de tumbas
plantan palabras y se charrúan

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escrutan el plumaje amarillo del amanecer
bravíos en todas partes
no se sabe de dónde venían:
charrúan charrúan
dele que te dele

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porque mire que es triste esta campaña yerta
sin una pirámide
sin templos de devoción
mansamente se ondula el prado infinito
y no hay ni una piedra sacrificial

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(mover la boca
soplar las palabras
y gritar
eso que pudo haber sido
a cara de perro)

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una pena
tanto pene al desgaire
la selva de testigo
los más demorados
sorben senos
en ese torrente de vahos verbales
de aromas antiguos

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ya bernabé los cazará emboscado
frutos ahí embozado
impunes de falsa transparencia

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(en el centro de la planicie desolada
ovillado en su agujero
un tatú mulita se ensimisma)

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dicen que rige el peso del estado
ya no el regio peso de la corona
refucilos del glamour real

(la ley obesa pisa fuerte)

es el sur
tiene
paredón
no
después

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malón suicida
¡genocídenlos, gauchos!

qué ganas de descuartizar el lenguaje
y
saltar
al
vacío

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(porque nadie se salva
a grupas del dragón
no hay cuervo que se arrime
ni voz que hunda su mano allí
como si la voz dijera:
nosotros somos
lo que no elegimos
nadie elige el dolor)

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asoma esa indiada amontonada
tetas resplandecientes
mocos en las jetas gloriosas
inditos de indigna patria
miran la musa masacre
miran las ondulaciones
con hondas
inútiles bolas
bolean el paisaje

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un paisaje desdibujado
en la duermevela del espanto y el recuerdo
nadie sestea

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nadie va a recoger las migas
los flecos los cabellos
olor a zorrillo y pólvora

(flores del mal
agrio destino)

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el llanto rompe
lagrimales párpados mejillas
todo lo que es
va cuesta abajo

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rajan caranchos
rajan buitres
carne roja

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Casa de salud

 — inédito —

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Una transparencia inusual
se gana la mañana
y entramos a la Casa de Salud:
mamá la habita con su decir desmadejado
envuelta en el dulce fervor de su sola vida.

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La Casa es un yermo con pisadas de animales imaginarios
y el ardor de la siesta que hace insoportables todas las palabras.

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Tengo miedo, mamá,
del silencio
como un precipicio del cual no volveremos.

(Parece que bramaran tus ojos resecos.)

 

Escucha mi voz desalineada
que raspa
estos pisos en damero
estas baldosas de amianto
y el tacto de la palabra noche.

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Envuelta en la abstracción de tus ángeles, mamá,
tus ángeles de estampita
esos que no descendían al llamado de tu voz remendada
porque el osario del poema aúlla en la larga noche
y entre las hojas de los plátanos
la luna acecha
como un animal de luz desconocido
como un quieto pájaro de rigor.

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Este es el mundo, mamá. Es esto. Hechizo.
Hay un envío de luz
que llega de alguna parte
y que no vemos.

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Todo el jardín arde a lo largo de tus ojos
y un búho abigarrado se dibuja en tu cerebro.

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El resto: silencio.

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Recuerdo cuando sacabas las palabras
como barro
de tu garganta
y la tarde se iba desdoblando
y el paisaje se fatigaba
en un horizonte rosáceo
alerta
desde el fondo de la bahía
y el vuelo atronador de los teros
que batían las alas del mundo.

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Resbala el lenguaje
de a poco
por las
cerámicas
encandiladas
de la mesa
y los restos del candor con que miramos
cómo nos devoran las flores
dentro del paisaje.

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G.

Gerardo Ciancio nació en Montevideo, en 1962. Es profesor de Literatura (Instituto de Profesores Artigas) y magíster en Dirección Educativa (Universidad Complutense) Ha publicado los libros de ensayo La crítica literaria integral (1998); La ciudad inventada (1998); Entretextos (1999); La cultura en el periodismo y el periodismo en la cultura. De Mario Benedetti a Maldoror: miradas sobre la prensa cultural (2007, con Jorge Olivera); Soñar la palabra (2012); las antologías Nada es igual después de la poesía: cincuenta poetas uruguayos del medio siglo (1955-2005) (2005); El amplio jardín. Poesía joven de Uruguay y Colombia (2006); y Los hijos del fuego: novísima poesía uruguaya (2010, con Ariel Silva); los libros de poesía Arquitrabe (2010); Cieno (2011); Haikus de Kiushu (2017); Los ojos críos (2021) y Linaje (2021). Su libro CASA de Salud está proceso de edición para ser publicado este año. Ha obtenido en tres oportunidades el Premio de Ensayo de la Academia Nacional de Letras (1989, 1994 y 1996), el Premio César Vallejo de la Biblioteca Nacional de Uruguay y la Embajada de Perú en Uruguay, el Premio Ramón Gómez de la Serna de la Embajada de España y el Instituto de Cooperación Iberoamericana, el Premio Anual de Ensayo Literario del Ministerio de Educación y Cultura (1998), el Premio “Netzahualcoyotl” (México) por su ensayo Espacio y paisaje en la poesía latinoamericana y el Premio Internacional de Ensayo de la Fundación Mario Benedetti (2012). En 2010 obtuvo el Primer Premio de Poesía del MEC, categoría Inéditos, y en 2020 y 2022 el Primer Premio de Poesía Onetti de la Intendencia de Montevideo. Participó como poeta invitado en los Festivales de Poesía de Montreal, Lima, Montevideo, Bogotá, Guadalajara y San Cristóbal, Venezuela. Fue invitado a dar conferencias en las universidades de Valladolid, Complutense, Alicante y Cáceres de España, Uppsala de Suecia, y Santa María (Brasil). Realizó estudios de Gestión Educativa como becario de la Agencia Internacional de Cooperación Española, en Madrid, de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, en Kitakiushu, y de la Universidad de Beijing, en esa ciudad.

La obra que ilustra esta publicación se titula Facetas colonoactuales, del artista venezolano Efraín Ugueto Z.

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