Inéditos
ζ
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enciendo mi cabeza en el agua
deambulo sosteniendo el secreto de las garzas:
………………………………………………….sucedió una tarde, me dijeron que el techo se
………………………………………………….demora siempre, que el barro suaviza
………………………………………………….la historia de las patas
de pronto tengo recuerdos de aves
tumultos de flores en las mejillas
flores que nunca he tocado
sorbiendo leche primordial/intuitiva
describiendo la marea en una botella
de manos entre el cielo y los ecos
escuchando la llovizna de caballos
galopando en el sueño,
en una tierra oculta
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virutas en el espacio dicen tu nombre
y les regalo la voz timbre del norte,
sostengo en mis hombros
la cabalgata de los cielos profundos
canción de los rostros que recuerdan el laberinto:
………………………………………………………….hecho de flores cristalinas; sin el
………………………………………………………….movimiento de la marea que
………………………………………………………….acostumbra la piedra a la caricia
y ahora es quietud
las formas que deja
el viento ausentado
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a Freddy Yance
•
acompañado sostengo el mundo, los colores
del fuego descubren el ocaso, tiemblo solo de
estarlo lejos-cerca-separado
reposo en el rincón de la sala, alguien viene
de lejos, no distingo su voz nueva-o vieja-o
desconocida
me amaron en la casa de flores y albahaca,
alguien lavó mis pies en la grama sobre el
verdor del corazón de la jardinera-madre
conocí los techos de fuego en la noche, la voz
siempre era gota y duda clara
vierto mi risa en el ánfora de ellos, la beben y
no es de sed su deseo
no es de sed la cercanía, es natural la
invocación que amo
las palabras vienen con el signo del consuelo,
ay que vierto el espíritu humano que me diste
espíritu que soy que palpita que se mueve
que canta y viene a lo eterno
maravilla solar, anuncio del recuerdo en la
mañana que descubres pasando desandando
acariciando
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vuelve el augurio que comienza leve de
vaivén o rosa de la calma
en mis manos la piedra no alcanza y se
inunda el deseo de la aurora, instante de
quien abraza la tierra-madre
sé que traes escondido un regalo, dijiste que
viene la casa abierta-dulce-limpia
con olor a canela imaginada/inventada
errante/desposeída en el recinto de mis años
de almíbar
jugábamos descalzos en la sombra,
escuchando los sapos en la madrugada
espantabas a las brujas en medianoche-o en
el sueño y volabas de nuevo a mis sábanas
escuchamos el canto de torcaces-mansas-
distraídas-solitarias y escribiste mi nombre
en el libro
deseando soñar lo verdadero, deseando
escribir el sueño
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te sentabas como una garza negra en la
distancia
y me viste distinto
amando lo que somos, auscultando el recinto
de la noche
las hojas siempre entran con la puerta abierta
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a
abro mis manos
descubro el mundo
huella dactilar / movimiento oceánico
sonrío de compañía adentro
soslayo tu pasado en el mío
levanto la frente
bebo el sol también sonreído / estático si corro en su dirección
ahora todo es nacimiento:
destapo estos senos blancos de niña
estos hombros masculinos
axilas en surco
el mundo visita mis poros
con el polvo joven virgen ancestral
emerjo de este silencio
en el borde: un pétalo extinto de esta era
amo la crisálida deshabitada que no conocía
que palpitaba con la oruga,
desnudo mis pies
la arena como lava
el piso de tu corredor / nube sólida
dentro de mis uñas:
un navío que ha encontrado
la fórmula del regreso
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b
mi semejante va desnudo de época
beso sus manos pájaro apurado sudoroso henchido de ramas
beso sus pies clementes
escucho el rocío dentro del caracol antiguo
amo con los huesos diapasónicos
mi semejante va desnudo cantando el peligro
y sobre su frente brilla la polvareda
su memoria es mía y no conozco su voz
su memoria es mía y no sé quién es su madre
su memoria es mía y llevo su maleta / vacía / pesada
amo su queja de poema primitivo
respiración inocente trascendente
volviendo al recreo del sueño
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c
mi cuerpo abraza para siempre
esta escritura primitiva
sacude el sudario
sustituye el mazo en las cavernas
se bebe el fósil del extinto
recuerda en la estrella el camino del navío
atestigua el sendero de un castillo blanco
y minotauros resplandecen de belleza incauta
paseo en los charcos de mi vejez
desbordando las trinitarias verdes desbordadas
mi cuerpo abraza para siempre
estos huesos
de ciencia oculta
de casa desnuda
de Catatumbo a media noche
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a mi madre
d
canto en la cima del mar
es mi voz un huracán suave
que tritones mudos inventaron
canto y la sal sigue su cauce
se remolinea el ojo del almirante tuerto
–persigue el canto, dice la tripulación
–escucho el canto, dice sonriendo, sumergido en una plegaria hacia los astros
mi canto es un pájaro gris violáceo congelado
es ánfora de malta
cocuyo distante en el cuento de mi madre
frutas esparcidas es mi canto
memoria del sueño es mi canto
transgresión del ángel es mi canto
y sale como un endriago dulce
hacia el pecho de la espiga
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H u e l l a P r i m i t i v a
•
estoy en el confín desolado sobre hogueras de
crisálidas que crepitan de silencio si hay brisa o
bostezo de espiga sujetado en el vientre de los
años en el recorrido del insolente pájaro
tornasol suspendido en el eje de las
constelaciones que cantan en la mañana sin
memoria inundada de misterio y los hombres
mudos se lanzan en la tierra dormida cantarina
desde el sueño con la invocación de la tierra
prometida escondida donde pájaros sueltan el
último relincho junto a plegarias de hombres sin
rostro dibujando líneas del mapa guardado en el
bolsillo de quien recorre con sus dedos el
continente hablando el dialecto de la madre a
solas como descubriendo una perla robada o
contando un sueño de culpa a la maestra más
tierna en la infancia de humo
y este es el confín de lo solo el último lugar en el
destino de hadas y se ríe con el cielo encendido
reiniciando la memoria en el paso de los días
horas siglos o alguna ventisca que ha perdido la
brújula atrapada para siempre en el bostezo de la
espiga
y es este el último confín ya olvidado donde la
tierra amanece para siempre dormida o
descansada o silenciosa después del ocaso
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me deslizo por la huella azul en el bosque
crecido hacia el volcán de tu voz cuna mágica
poema circular y blanco que conoce el misterio
del movimiento y son cuchillos que alguien
lanza a los engranajes de una rueda hecha de
espuma y algas hechizadas por el bostezo de una
burbuja y es tu voz cuna mágica esa
llave que duerme a las fieras el timón del
navío ciego que ha roto el norte y el regreso
tuve un sueño y era yo un ser minúsculo venías
de noche con una canción insinuada en los labios
atravesada con tu espíritu de fogata antigua
suponiendo el regreso de Guaicamoto o Chipi-
Caculhá o Raxa-Caculhá en alguna colina del
mundo convertidos en montaña cantada al infinito
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E c o d i á f a n o
sin mecerse
la luz líquida se oculta
sobre flores del recuerdo celeste
y alguna nube canta desde el pasado
aquella música que se mueve en la memoria
a mano alzada detrás del ocaso inventado por pájaros
mientras a siete millones de kilómetros el gesto se repite
inundando de misterio el follaje que morado ansía el rocío
me detengo: es color ceniza la epidermis del agua ondeante
que se aleja lentamente cual corpúsculo divaga en el aire
y una flecha de luz se extiende elástica desde afuera
es la metapiel del espacio que dialoga con el rayo
memorizando el movimiento de lo minúsculo
hacia esas voces de destellos que suceden
para ahuyentar lo oscuro en lo tierno
y las ondas del agua reciben luces
después del ojo que vigila
el eco transparente
meciéndose
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Milagro Melean. Maracaibo, Venezuela, 1994. Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad del Zulia. Ha publicado el libro Del otro lado del ojo (Sultana del Lago, 2018). Obtuvo una mención honorífica en el III concurso de poesía joven Rafael Cadenas. En el Centro de Arte Lía Bermúdez fue facilitadora del taller de creación literaria Vuelta a Casa. Algunos de sus poemas se encuentran publicados en revista como Letralia y La Náusea. Actualmente forma parte del proyecto audiovisual La casa andrógina, cuya labor es conversar y desglosar la poesía venezolana, como también entrevistar a poetas y artistas del Estado Zulia.