Parábolas

Luis Verdejo Navarro

 

 

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Parábola del hombre que lee las nubes

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Como las cosas de la memoria, dispersas, fragmentarias
Juan José Saer

 

solventar los estragos: en el ánimo
…………….están
…………….aún sin verse

subrayar qué es lo poluto
…………………………(un perro
negro te muerde las manos
………………………….sin herirte)

descubrir la sombra en lo dicho:
…….el farsante pasa por santo
…….habla del vientre y sonido del viento que desconoce

solventar- anotar
…………….que el caos acecha
que sabemos nada del estilete
-la fortuna – la palabra es nube

fortalecerse:
cruzar rayas azules los dos
para el día del logro alto
……………………lago radioso dase cual dicha

el ataque con ojos periféricos verlo
así nomás cerca o distante

lanzar piedras grandes sobre el propio propio tejado
nunca al árbol

la mano es pájaro carnicero

la mano limpia

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Parábola del hombre que veía el sol como si fuera una bicicleta

Homenaje a Aldo Oliva y a Juan José Saer

 

literalmente hablando desatentos
se nos vino la noche parda de la ceguera
no la noche final– días de ira no – gracias
sino la primera soga:
materia en brasa del verano
montaña oculta en vapor
yo me alimento de la rueda

un sol se enciende en la abertura:
………..facultad de la voz
………..de disciplina
………..como flechas de un martirio
yo me alimento

lo que importa son las frutas ahí esparcidas en desorden
o una gran inquietud:
la conquista rítmica interior del espacio
me place me placía
…………………..no sé cómo ni dónde brotará

totalmente de acuerdo
fruitivo son las aves que anidan en los huecos ávidos del aire
así se oscurece la cabeza en el llano
………………entre placer y no placer
escúchate
tan bien que estábamos
sale el sol otra vez indeciso chapaleando
como cuando uno nada hacia la playa y las olas lo desvían de la arena
empalagado – choza momentánea
golpe y confusión
cuando fuerza y color
…………lábil sombra que proyecta la nube
sea la huella invisible del suceso

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Parábola del hombre rupestre que se sentía pájaro flaco

en horas de trabajo robadas al Estado
o en tres patadas de ahogado
…..-falso comienzo-
la planitud sensual del Cerro Colorado se nos apareció
o mejor en el bar Montecarlo lo vi levitar/
………………….pero nos estamos yendo por las ramas:
…………………..el material sanguíneo que corre e infla la mano roja
la carnadura se diría       la sedimentación
el maxilar inferior de los muertos que poblaron Almonacid de la Sierra Zaragoza
de los Coras que recorrieron pacientes Acaponeta Nayarit
…………………..los cargo con cuidado en mi morral
me informan de la sequía del espacio largo desde la altura
y de hombres corpulentos cavando zanjas
chatos por comer sólo papas y sandías
y el sol piedra grande cayéndoles sin refugio de árbol
….– a lo mejor esto es exactamente lo contrario

el cielo se limpia de nubes morosas en la cuadrícula
-extraña sensación de la sangre en canal carnal líneas nerviosas de ida y vuelta
se lava con claro fragor el cielo
se decía y muchos rabian y rabian
diciendo tú algo falta concluso
aquí algo sobra

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Parábola del hombre que apostó que la luna era un truco de Hollywood

defeca sencillo-tranquilo-simplemente-dócilmente- sin amargura
como si llegáramos a la luna

la maestra judía tuvo una iluminación:
a su hijo hace un año ni se lo imaginaba:
ahora casi camina

ves a la mujer gorda-flaca-mediana- alta- bella- tatuadísima- viejísima- tranquila
………….limpiando un vidrio con esmero
sin llorar-sin sonreír
sin masticar el arroz con lentejas 50 veces la ves
como si fuera casi el último día del año
como si fueras un mecánico de motos

inenarrablemente hoy no estás contento:
doblas los pies
como si bajaras cansado de cerros pelones con niebla rala
como si vinieras de cazar impalas o
fueras el tigre saltando detrás de impalas
hoy estás exorbitado diríamos bravo
concentrado como en un grumo

tu padre tenía un auto largo como transatlántico
tu papá cavó zanjas
tu papasito construyó carreteras en Francia allá exactamente en 1950 o 51:
nadie se acuerda de eso
nadie le levantó monumento alguno
nadie le dedicó una película (él caminando tímido y silencioso atravesando los Pirineos)
ni tampoco a su padre labrador republicano
muerto a palos por franquistas de eso
nadie se acuerda de eso
(hay una foto imaginaria que deberías haber tomado
inmortalizando el instante en que el azadón tocaba con energía tierra fértil)

la semilla debe morir para que crezca un árbol
leíste por ahí
sin comparaciones- sin filosofía- entre papeles tirados
sencillamente- sin pedantería- sin amargura

quisieras tomar ahora vino como si estuvieras en un bar
pero todo el mundo se dirige al trabajo dando pitidos- claxonazos
(un tren- un higo acaba de brotar)
son las 6:31 de la mañana

por fin llegamos:
la luna no es lo que dicen, no tiene conejo, no es blanca
no hay hoteles para los amantes, el mar no se pone rojo ni amarillo ni sexual:
se diría que está ahí inerte, seca, sencilla, pero sobre todo, tranquila,
sin amargura

abajo
ya no estamos

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Luis  Verdejo Navarro, Tijuana, México, 1967. Estudió Letras en la UIA y  Artes Visuales en la UNAM. Es pintor, escultor y escribe poesía. Ha expuesto desde 1996 y participado en diversas bienales de pintura y escultura. Ha publicado e ilustrado diversas revistas de literatura y arte. En 2008 publicó Poemas de la mano izquierda y ahora, 2017 Poemas de la musa negra, los dos en Ed. Textofilia. En 2018, publicó El rumor de lo real, conversaciones con Hugo Gola en la Editorial Matadero.

Los textos inéditos de Luis Verdejo Navarro fueron remitidos a nuestra redacción por el poeta Willy Migliario para su publicación en la sección Poesía de nuestra edición web.

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