Miguel A. Hernández Zambrano
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¿Quién me dará esta lengua para las maldiciones?
Régulo Villegas
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En el principio había palabras y un sexo incipiente
el germen de un deseo prehistórico que buscaba recorrer la piel como una fiebre desconocida e
………./inarticulada
un día se detuvo
hubo una prohibición
una sentencia que desvió el cauce de las sustancias subterráneas
el cuerpo fue tierra socavada y sedienta
un niño puesto en sacrificio para dominar la sangre
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En el principio no había palabra alguna
solamente una memoria imposible
una mitología oscura para decirnos quién
dioses llegados para legislar el sueño ante la ignorancia de los padres
que celebran los nacimientos como abundante cosecha
……….solo para ahogarlos con signos de terror y odio
entonces hubo magma suelo volcánico erupción
llamaradas para hablar
era tarde
un idioma hecho de leyes crecía en la tierra para bañarla de miedo
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Desde entonces
escribimos para borrar
para pasar inadvertidos
para esconder
otras veces escribíamos para contener la ira y el insomnio
para que la rabia no nos rompiera el cuerpo
para que no nos enfermara con su saliva amarga
se hacía de noche
la cabeza se llenaba de sombras
un dolor rojizo se alojaba en los ojos
y era cada vez más difícil entender el peso de lo que decíamos
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Nunca hubo pureza
……….un paraíso perdido y atrofiado en la memoria
solamente una vasta sombra
un largo relato sobre el primer llanto
……….o el primer destello de luz incandescente
una mitología para recibir el cuerpo sangrante
……….y sujetar el nombre incipiente
ese deseo ansioso prefigurado en otra generación
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Después de aquel principio hubo un decir castigado
las palabras se estrellaban en la costa de los cuerpos familiares y abrían enormes heridas de las
………../que apenas era consciente
ante el dolor mi madre dejaba de hablarme
………..mi padre entraba en una oración profunda que se extendía por días
era su manera de hacerme entender que andaba por calles oscuras
que mi lenguaje era todavía salvaje y que tendrían que ajustar su mecánica
una aflicción desconocida hasta entonces me bañó con una baba espesa y amarga
tuve cuidado ante cada palabra desde ese día
supe de sus esquinas punzantes
de sus ecos cavernosos y húmedos
del ardor cítrico de algunas de sus partes
me fui adentrando en una pesada nube que hacía difícil pronunciar hasta el saludo más
………../insignificante
dejé de practicar el habla
………..lentamente
cuando quise decir tú me llené de calambres
y una frase de vidrios hecha pedazos fue todo cuanto pude
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No sé hablar
y ya he perdido mucho
todo ha de suceder en el poema
el lenguaje es ahora un cuerpo monstruoso al que me aferro para decirlo todo
intento ser mis propias palabras
ser zumbido implacable
todo debe ser en el poema
finalmente olvidarán mi silencio
aquella voz espasmódica
……….en el poema
cuando puedan entender este lenguaje mineral
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Ahora se levanta una voz desde un cuerpo recobrado
las nubes no logran opacar el brillo de su sonido
la voz habla
……….es un conjuro para escapar a las antiguas prohibiciones de la lengua
los padres se esconden tras la puerta de sus habitaciones
vuelven a invocar al dios de la nueva lengua
hay miedo ante este ruido inesperado
nadie me dio una lengua para las maldiciones
tuve que ir hasta los pasillos más oscuros de la historia
hasta los huesos de la memoria y del llanto
padecer un silencio hecho de miedo y locura
humos de muerte que entraban por la palabra
nadie me dijo que podía haber fuego en el habla
que el deseo tenía un lugar en él
que mi cuerpo no había sido huérfano siempre
ahora este poema maldice el lenguaje
está dicho contra él
y no podrá vivir más allá de estas páginas
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Vimos tarde que la ley estaba en las propias palabras
……….era las palabras mismas
sustancias que dañaban la sangre con su oscura composición
ahora debo deshacerme de ellas
entiendan que mi deber es odiar tanto como pueda
hasta ser otra cosa
otra materia
otra carne
elemento capaz de hacer brillo y noche en un solo gesto
ahora conocen mi silencio
lenguaje de extravío para pervertir aquellas palabras con que me alimentaron y que dieron a luz
………./un cuerpo temeroso
todo será excesivo
y no podrán entender una sílaba
así será mi partida
la salida de la casa materna
a tiempo para darme un nombre
para reconocerme en una voz hecha de calor y brillo
así empieza la restitución de esta lengua
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Miguel A. Hernández Zambrano. Maracaibo, Venezuela, 1983. Licenciado en Letras por la Universidad del Zulia (2007) y M.F.A. in Creative Writing in Spanish por la New York University (2017). Ha publicado Antología del descapotable (Maracaibo, 2006), la plaquette de poesía Cotidiano (Buenos Aires, 2010), Un decir errado (mención especial del I Concurso Nacional de Poesía Delia Rengifo. Caracas, 2011) y ¡Oh, lorem ipsum!, poemario ganador del IV Concurso Nacional de Poesía (2013) de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Reside en Santiago de Chile.